jueves, 18 de febrero de 2010

La metamorfosis trivial

Ahora se cuelga cosas de las orejas, camina balanceando la cadera y moviendo los hombros a los lados, como con desinterés. Mira con desgano, y con desprecio, trata de transmitir soberbia. Eleva una ceja al hablar, como si realmente supiera lo que está diciendo, y como si realmente no le importara transmitirlo, sino exhibir su conocimiento. Muestra sus brazos musculosos, su bíceps trabajado. Se toca el pelo constantemente, para que se note que lo tiene corto y arreglado. Ya no dice las mismas cosas, ahora intenta imponer temas de conversación más banales que antes. Ahora no tiene expresiones genuinas en su rostro, intenta mantener una sonrisa constante, y le vibran los labios de tan trucha que es. Se compró ropa de marca, y busca que se note, así que es de colores bien chillones. Tiene un celular ultimo modelo, y suenan melodías reguetoneras, para que veas que está en la onda, que vive la noche.

No, señora, no se preocupe... es el mismo boludo de antes.

1 comentario:

LeaN BuKa dijo...

La asquerosa hipocresia...