lunes, 25 de agosto de 2008

Abatimiento

Si me preguntan si soy consciente, pues sí, de algunas cosas. Soy consciente de no serlo en algunos aspectos. Pero dentro de todas las cosas de las que soy consciente, están el abatimiento, la frustración y el fracaso. Puedo creer que existe la esperanza, la fuerza y la voluntad, pero también conozco la situación en la cual (un ejemplo de los más livianos, el que sufro yo en este momento) uno llega a estar desbordado, y no encuentra contención en las palabras, sino que se vuelca únicamente a satisfacer sus sentimientos. Creo que es una opción la de ceder a la fuerza que presiona, pero a pesar de que es posible evitarla, siento que impulsos naturales me conducen a entregarme. No sé realmente si puede ser posible el hecho de que naturalmente ciertas personas tiendan a ceder más fácilmente que otras, no sé si se trata de la fortaleza, de la venganza, de la fe, de una creencia, de un objetivo. Todo carece de sentido en un momento, hasta el mayor intento de resistencia, o la imposición de un objetivo por sobre los demás, la existencia de prioridades, o la aparición de una fe. Estoy liberando tensiones, escupiendo palabras, estoy desbordado. Luego iré a entregarme al dolor más estúpido, al que estoy condenado por un tiempo determinado, pero que hoy en día, es mi mayor preocupación. Pido descanso, pido un brake. Hoy, más que nunca, no doy más. Como un muerto vivo, tendré que caminar sobre los próximos tres meses, cual autómata insensible. Esperemos que no sea necesario caminar mucho tiempo más. Antes de empezar a correr, quiero reponer fuerzas.

sábado, 23 de agosto de 2008

El vicio absurdo.


"También la noche se te asemeja

la noche remota que llora
muda, en el corazón profundo,
y las estrellas pasan cansadas"

De alguna manera, sí, hago referencia al malestar existencial que aqueja a una gran diversidad de seres. No se trata del sentido de la vida, sino del paso por ella, con una sensación temerosa de pérdida que no permite detener el tiempo ni cuestionar su paso, sino derrocharlo de manera satisfactoria, aunque no agradable, en una finalidad única: la del cuestionamiento. El altruismo en su máxima pureza sólo existe en el mundo de las ideas, es absurdo creer todavía que realmente hay seres que actúan por un extraño impulso interior cuya motivación no es más que producir bienestar en el otro, por ejemplificar, detrás de toda actividad humana se esconde una finalidad que favorece a quien la realiza, aún cuando se realiza un sacrificio, el galardón es más grande. Será por eso que José Martí decía que la caridad es la actividad que realizan los explotadores para lavar su conciencia.

Sin embargo, no quiero caer dentro de la corriente fatalista de la cual fluyen infinidad de brillantes críticos, imprescindibles en cierto aspecto dentro de la realidad de quienes buscan modificar las indignantes condiciones de quienes sufren inmerecidamente. Pero aún así, otros son más imprescindibles, muchos de ellos bastante menos intelectuales que los rezagados pensantes, que por instinto o convicción, se arrojan a la humana e inmaculada labor de protección, de ayuda (no caridad, no beneficencia) de "los descamisados". En estas palabras no busco lavarme de culpas, ni admitir pertenencia a un grupo, sino manifestar deseo de formar parte del segundo, aquél que por pura decencia se vuelca a la lucha por los derechos humanos, de diversas formas, y a través de su labor inculca a su alrededor (con un halo infinito) el deseo de incorporarse a esa lucha, con mucho más efecto que infinidad de textos.


"Más vale una obra de teatro que no sé cuántos discursos políticos"
Bialet Massé

jueves, 21 de agosto de 2008

Innaugural

Palabras, realidades. Emociones, expresiones. Verdades, crueldades. Mucho para decir, poco orden para hacerlo. A partir de ahora, el baúl queda abierto para volcar todas las sensaciones que despeguen de mi piel. Perseverancia, eso le dará legitimidad a estas maderas raídas, que por estar distanciadas de tu tacto, no debes menospreciar.

Anselmito.