lunes, 25 de agosto de 2008

Abatimiento

Si me preguntan si soy consciente, pues sí, de algunas cosas. Soy consciente de no serlo en algunos aspectos. Pero dentro de todas las cosas de las que soy consciente, están el abatimiento, la frustración y el fracaso. Puedo creer que existe la esperanza, la fuerza y la voluntad, pero también conozco la situación en la cual (un ejemplo de los más livianos, el que sufro yo en este momento) uno llega a estar desbordado, y no encuentra contención en las palabras, sino que se vuelca únicamente a satisfacer sus sentimientos. Creo que es una opción la de ceder a la fuerza que presiona, pero a pesar de que es posible evitarla, siento que impulsos naturales me conducen a entregarme. No sé realmente si puede ser posible el hecho de que naturalmente ciertas personas tiendan a ceder más fácilmente que otras, no sé si se trata de la fortaleza, de la venganza, de la fe, de una creencia, de un objetivo. Todo carece de sentido en un momento, hasta el mayor intento de resistencia, o la imposición de un objetivo por sobre los demás, la existencia de prioridades, o la aparición de una fe. Estoy liberando tensiones, escupiendo palabras, estoy desbordado. Luego iré a entregarme al dolor más estúpido, al que estoy condenado por un tiempo determinado, pero que hoy en día, es mi mayor preocupación. Pido descanso, pido un brake. Hoy, más que nunca, no doy más. Como un muerto vivo, tendré que caminar sobre los próximos tres meses, cual autómata insensible. Esperemos que no sea necesario caminar mucho tiempo más. Antes de empezar a correr, quiero reponer fuerzas.

1 comentario:

Fiore Muñoz. dijo...

Nunca tan identificada, Capitán. Yo te dije que me daba miedo sentir que el tiempo va tan lento, y mis pasos se arrastran. Correr es mi destino, pues.