viernes, 24 de abril de 2009

Contemplación


Nada te impide volar, criatura emplumada. Sin embargo, te detenés en la contemplación de los locos que vagan y divagan en la plazoleta. Los perros que te rodean no se fijan en tu existencia, pierden noción de sus alrededores para continuar en esta paranoica escena de cotidianeidad. A pocas cuadras, una mujer llora, arrastrando su vigilia en el terreno empedrado de la desesperanza. En las mismas inmediaciones de la plaza, más de dos mil personas estudian intereses en conflicto, valores contrapuestos, falsos tecnicismos. En los edificios circundantes hay cadáveres abiertos, esperando precisas puntadas que los devuelvan a la vida.

Al frente una pareja se besa, incansable, al reparo de una estatua. No parecen tener preocupaciones, se pierden en un lapsus similar al tuyo, paloma. A tu derecha, una señora medita, con la mirada fija en el bronce oxidado de la estatua. A la izquierda un joven inquieto te enfoca con su cámara, creyendo que no lo percibís. Detrás tuyo oís dos muchachas jugueteando con su perro, riéndose como si estuvieran solas en ese recóndito rincón verde en el pulmón de hormigón urbano. Por debajo está el túnel subterráneo, y aunque todos crean que pisan firme, un día ese suelo estará tajeado y dejará de separar a las bestias ocultas que se esconden en los vagones, con las criaturas libres que vagan en la superficie. Hacia arriba el cielo, un cielo celeste y puro, vigoroso. De cuando en cuando pasan otras aves, observando el escenario desde otro panorama. No advierten tus señas, paloma, no les llama la atención.

Los colectivos aceleran, liberando nubes negras que se dispersan en el espacio libre que conserva la gran urbe. Las motos, locas, se introducen en los pequeños recovecos que dejan los autos. Las bocinas devuelven a la paloma a la realidad, que gira sobre sí misma, repasa el cuadro aterrador y despliega sus alas, para flotar en el vacío, aún temerosa de la esquizofrénica pesadilla que acaba de contemplar.

3 comentarios:

Mariana dijo...

A pesar de mi poco agrado hacia las palomas, me gustó
mucho, contemplación.

Darío dijo...

lindo final
pura mierda ve

* dijo...

gran descubridora de universos esta rata con alas. Disfruto ver desde tus ojos