viernes, 13 de noviembre de 2009

Y no vuelvas nunca más.

No me hables más, no sonrías. Hipocresía.
No me mires más, cerrá los ojos. Hipocresía.
Desaparecé en el mar, no flotes. Hipocresía.

Me hablás, sonreís.
Me ves, sostenés la mirada impune.
Flotás, como un cuerpo inerte arrojado ya sin vida al mar.
Flotás, como aquellos cuerpos que viste arrojar, cómplice.

No gozás de tus sentidos, la música te ignora.
No gozás de tus sentidos, el tacto te huye.
No gozás de tus sentidos, las fragancias te evitan.
Aquellos sentidos escapan a tu estética, esos sentidos son vida.
La vida se le niega a los asesinos, la música te ignora.

Flotás, como aquellos cuerpos que viste arrojar, cómplice.
Te hundís, en tu propia tiniebla, sólo, sólo.


2 comentarios:

Darío dijo...

cuál hipocresía??? mm

Jeremias Soule dijo...

Maldita impunidad.
Se la vamos a dar el dia menos pensado. Asesinos y represores, al carajo.