Si los sueños son menos vehementes.
Si los sueños son poco fraternos.
Si a los sueños los muelen a golpes.
El necio vuelca sus emociones en palabras dentro de un viejo baúl apolillado. Y consciente de que el mayor riesgo en la vida es el de no arriesgarse, abre el baúl y vacía las palabras sobre los sueños de aquellos que permanecen dulcemente adormecidos...